
Siempre me fascinaron las puertas. Comencé fotografiándolas en mi país, observando cómo el legado colonial cobraba vida en cada entrada, reflejo de una época que dio forma a nuestras vidas mestizas. Con el tiempo y al viajar, descubrí que detrás de cada puerta había historias únicas, aunque muchas veces solo podía imaginarlas, sin llegar a conocerlas. Explorar un elemento repetitivo como las puertas no solo nos conecta con el pasado, sino que también nos permite narrar historias a través de los detalles que las definen.

Puerta en Granada, Nicaragua. Hogar de espacios coloniales y fachadas coloridas. la ciudad es inspiración de muchos artistas y poetas, y el mejor lugar para disfrutar un buen Bigorón.

Puerta en Oia, Grecia,un pequeño pueblo y antigua comunidad en el sur del mar Egeo en las islas de Santorini. Hogar de muchas agencias de turismo e inolvidables puestas de sol.

Puerta en Comayagua, Honduras. Comayagua fue la primera capital de Honduras y el centro religioso y político más importante del país. El pasado conquistado de la ciudad es evidente en sus puertas abandonadas, numerosas iglesias, una catedral impresionante y plazas con diseño colonial.

Puerta en La Habana, Cuba. Mi afición por las puertas antiguas, tuvo su graduación en La Habana Vieja. Inscrita en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, Cuba esplendorosa, continua en una constante lucha por restaurar el carácter auténtico de sus edificios.

Puerta en Candelaria, Colombia, que representa un barrio histórico en el centro de la ciudad, compuesto de casas antiguas, iglesias y edificios coloniales. Alberga también universidades, bibliotecas y museos, incluyendo uno de mis favoritos, el Museo de Botero.

Puerta en Granada, la ciudad colonial más antigua de Nicaragua. La belleza aquí está compuesta por paredes de tonos pasteles, fondos rústicos y calles adoquinadas. Las olas de calor se toleran fácilmente cuando se come Baho en las esquinas del mercado, acompañado por un buen jugo de monte.

Puerta en Amapala, Honduras, formada por la Isla El Tigre, sus islotes y rocas satélites en el Golfo de Fonseca. Podría describirla como colorida y pintoresca, compuesta de una población que se anima a través del clima y que es dependiente tanto de las lanchas como de las remesas.

Puerta en Atenas, capital de Grecia y el corazón de la antigua Grecia, hogar de la mitología y sus historias de diosas poderosas, el aceite de oliva más sabroso del mundo (lo siento Portugal).

Puerta en Fira, la isla griega de Santorini. Un lugar hecho para el cine, Fira es una visión de acantilados y edificios encalados.

Puerta en Ferrara, Italia, una ciudad en la región italiana de Emilia-Romagna. La ciudad natal de mi querida y eterna amiga y el mejor lugar para calentar el estómago con un buen plato de comida tradicional.

Puerta en Florencia, Italia, la capital de la región Toscana de Italia y el hogar de los maestros del arte y la arquitectura renacentista como del icónico Duomo de la catedral. También el lugar donde descubrí que el pan se puede freir.

Puerta en Christiania, Dinamarca. Freetown Christiania o La Ciudad Libre de Christiania es una comunidad y comuna intencional con más de 1,000 residentes, una fuente de controversia basado en sus contribuyentes quienes fuman y vended cannabis abiertamente, sin la presión de pagar impuestos.

Puerta en Bogotá, Colombia. Más de diez millones de habitantes transitan estas vistas cada día en Bogotá. En donde las calles vibran, la ciudad esta repleta de nuevos artistas y una generación nueva de jóvenes con fuertes opiniones políticas.

Puerta en Atenas, Grecia, donde la estética urbana se encuentra con el orgullo histórico.

Puerta y gato en Atenas, Grecia. También restaurante ... todavía no estoy segura

Puerta en Intibucá, Honduras, cede del festival de vinos y choros y el hogar de Berta Cáseres.

Puertas en Cayos Cochinos, Honduras. Llos Cayos consisten en dos pequeñas islas y 13 pequeños cayos de coral. Aquí, en Cayo Chachahuate, de 250 habitantes, sin carreteras ni otro medio de transporte terrestre; vive y convive una comunidad Garifuna rodeada de agua azul turqueza y su paisaje marino.